Madrid.- Lindsay Lohan sólo tiene dos semanas de plazo para evitar volver a la cárcel.
La actriz, en continuas polémicas, se podría enfrentar hasta tres años de prisión por robo estando en un periodo de libertad condicional.
La intérprete compareció este jueves en un juzgado californiano para intentar llegar a un acuerdo con los joyeros que la acusan de robarles un collar valorado en 2.500 dólares (1.800 euros al cambio actual) en enero de este año.
Desde que en febrero Lindsay Lohan se declarara no culpable de la sustracción de una pieza en una joyería de Venice Beach, ambas partes han sido incapaces de alcanzar un trato.
Por este motivo, el juez instructor del caso ha concedido una prórroga de quince días para que cierren un acuerdo, de lo contrario, la intérprete podría volver a ingresar en prisión.
Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero cuando el propietario de la joyería denunció la desaparición del collar a la policía y cuya investigación evidenció la vinculación de Lohan al caso.
Sin embargo, la joven sostiene que le prestaron el collar y que a su estilista se le olvidó devolverlo.
No este el primer encontronazo de Lohan con la justicia. Condenada a prisión el pasado año por conducir ebria y romper reiteradamente las órdenes judiciales, en el momento de la denuncia por robo la actriz se encontraba en libertad condicional por lo que, de no llegar a un acuerdo con la acusación antes del próximo 25 de marzo, podría ser condenada a tres años de prisión, según varios medios estadounidenses.
Pero la defensa se le pone cuesta arriba a lohan y es que la última audiencia en Los Ángeles, tuvo lugar después de que un programa de televisión transmitiera segmentos del vídeo tomado por las cámaras de seguridad de la tienda Kamofie & Co mientras ella se probaba la pieza sustraída.
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